III. Cielo estrellado
«Desde que era niño he tenido una gran fascinación por las estrellas. Al inicio las veía como "los ojos del cielo", que con su brillo vigilaban a cada ser en la tierra. Después pasé a verlas como "las puertas de la noche", y que tras cada una de ellas se albergaba un mundo diferente. Luego crecí, aprendí sobre ellas y entendí la magnitud de la distancia que nos separa. Nunca dejé de admirarlas, pero me rendí en alcanzarlas...»
«???: ...Silver, despierta» - se escuchaba una voz que se abría lugar poco a poco entre los pensamientos y la confusión.
«Adam: Hmm... qué est....ahg...»
«???: Vamos Silver, ya es hora de despertar.» - insistía mientras golpeaba suavemente la mejilla derecha de Adam.
«Adam: ...¿Sarah?»
«Sarah: Si, soy yo... menos mal despertaste» - respondió aliviada - «Eras el único que seguía dormido.»
«Adam: Está muy oscuro y frío» - Su mente se empezaba a aclarar, y el recuerdo de los brillantes ojos de su compañera y la alerta de Otto invadieron rápidamente su cabeza - «La prueba...¿qué pasó?»
«Sarah: Aún no sabemos» - le dijo mientras lo ayudaba a ponerse de pie - «los demás están revisando las consolas y el servidor, pero...» - se quedó en silencio por un momento y agachó su mirada.
«Adam: ¿Pero?» - preguntó confundido.
«Sarah: No es nada, Silver.» - respondió sin mirarlo - «Por ahora sólo debes rec-»
«???: No es un niño, Sarah.» - irrumpió con un tono cortante - «No es necesario ocultarle las cosas.»
La inesperada aparición sorprendió a Adam, que inmediatamente volteó a ver al lugar de donde venía esa voz.
«Sarah: No oculto nada, Akane. Simplemente espero a que se termine de recuperar.» - respondió desafiante, lanzando una dura mirada a su compañera.
«Akane: Hm, está bien.»
«???: No es momento para estas cosas, chicas. Debemos estar juntos para ordenar todo, ¿va?» - Una dulce voz disipaba la tensión naciente entre Sarah y Akane.
«Adam: Andy...hola.»
«Andy: ¡Silver! Al fin despertaste» - dijo mientras sonreía - «Estábamos preocupados por ti.»
«Adam: Yo... lamento molestarlos.» - respondía mientras Andy lo ayudaba a sentarse - «Por cierto, ¿puedes decirme qué pasó?»
Andy se sentó junto a él y empezó a responder mientras le ordenaba el cabello.
«Andy: Aún no tenemos nada claro. Al parecer el NX3 se desestabilizó y colapsó el proceso de traspaso de memoria, sobrecargando la consola y causando todo este desastre.» - dijo mientras señalaba con su mano el desorden que se alcanzaba a ver con la tenue luz que tenían puesta sobre la mesa central.
«Adam: ¿Se desestabilizó? Pero en todas las simulaciones se obtuvieron resultados positivos. ¿Cómo pudo terminar así? - la confusión se apoderaba cada vez más de su rostro.
«Sarah: Interferencia externa.» - dijo mientras se acercaba a la mesa - «Otto alteró todo, pero aún no he podido acceder a él para saber qué pasó.»
«Adam: ¿Y nadie ha venido a ver lo que sucedió? Todo está muy sucio y desorganizado» - preguntó al ver el estado en que se encontraba el laboratorio.
«Andy: No, nadie ha venido aún.»
«???: Ni vendrán, Silver.» - irrumpió.
«Akane: ¡Isaac! Estamos tratando de llevar todo de la manera más tranquila posible.»
«Isaac: ¡No es necesario perder el tiempo! Estamos en un problema más grande que la limpieza del lugar.» - respondió con un tono que dejaba entrever su tensión y molestia, al tiempo que encendía al máximo la linterna de su asistente.
«Andy: ¡¡SILENCIO!!...por favor.» - Su grito sacudió el lugar, haciendo que Isaac apagara la luz.
Adam entendió la gravedad de la situación al ver la reacción de quien siempre afronta la dificultad con una asombrosa tranquilidad.
El eco se disipó y el silencio se adueñó del lugar por un momento. Nadie era capaz de pronunciar palabra y el miedo se sentía en la respiración de todos.
«Adam: ¿Puede alguien decirme qué es lo que está sucediendo?» - dijo con una temblorosa voz.
«Sarah: Silver... no está claro qué pasa, pero ya no estamos en el laboratorio.»
«Adam: No entiendo..cómo qué n-» - aquellas palabras sin sentido retumbaron en su interior.
«Sarah: Isaac, enciende la lámpara de nuevo, por favor.»
La potente luz alcanzó cada rincón del lugar, mostrándole a Adam un escenario inexplicable. Los paneles blancos con las largas lámparas del laboratorio habían sido reemplazados por un tejado de grandes bloques de madera desgastados por el paso del tiempo, y las paredes grises que los habían acompañado durante su estadía en Binary-S Corp. se habían transformado en muros de piedra.
«Isaac: Al parecer esa es la única salida.» - dijo mientras señalaba una inmensa puerta doble de madera que llegaba hasta el techo - «Aún no hemos intentado cruzarla.»
«Sarah: Lo único que sabemos es que sólo estamos nosotros, y que no hay nada más aparte de la consola de transferencia de memoria, el servidor Munín, y la mesa en la que estamos ahora.»
«Andy: Además las IA han presentado algunas fallas.» - dijo con tono desalentador - «No hay acceso a los servidores principales, por lo que los asistentes están usando el sistema de memoria local.»
«Akane: Asi es. Kohaku, mi asistente, no tiene acceso a los recuerdos del momento del accidente.»
«Isaac: Aria tampoco.» - dijo haciendo referencia a su IA.
«Andy: Anastasia está en la misma situación, por lo que suponemos que Noelle estará igual.»
«Sarah: Sólo queda esperar a que Otto responda» - dijo mientras agachaba la mirada, tratando de esconder su vergüenza - «No puedo creer que él haya causado todo esto.»
El silencio se posó sobre ellos durante unos minutos. Esta situación había llegado como un gran golpe para todos, y Adam no era la excepción a esas emociones. El miedo y la confusión habían alcanzado su punto máximo, mientras sus compañeros trataban de explicar lo que estaba pasando.
«Adam: Ya veo. Noelle, despierta por favor.» - dijo con un tono neutro.
Aquel comentario sorprendió a sus compañeros. El Adam consumido por el pánico y la incertidumbre había quedado atrás, y ahora estaba presente el frío Adam de todos los días. Este era uno de los talentos que poseía el genio de la química.
«Noelle: *Restableciendo configuraciones básicas* Buenos tardes, Adam.
«Adam: Hola, ¿puedes confirmar tu estado actual y reproducir el recuerdo de la prueba de hace unas horas?»
«Noelle: *Confirmando estado: Identidad de usuario: Adam Silver - Acceso al servidor principal denegado. Memoria de recuerdos secundarios fuera de alcance. Memoria de acceso rápido funcionando a través del sistema de memoria local. Reproduciendo recuerdo solicitado.»
La asistente de Adam repitió todo lo que había escuchado durante el experimento desde la llegada de Isaac y Akane al laboratorio, pero se detuvo luego de que Otto terminara el conteo final de la prueba.
«Noelle: No hay más datos almacenados.»
«Sarah: Estábamos en lo correcto, Noelle está igual que los demás.» - dijo mientras dejaba salir una expresión de resignación, pero al notar que los demás estaban cabizbajos y desanimados, levantó su rostro y se puso de pie - «Pero bueno, no podemos quedarnos a vivir entre lamentos *fiu fiu*» - Aquella risa familiar, siempre tan fuera de lugar, le dio un pequeño respiro a sus compañeros de equipo - «Por ahora vamos a ver qué nos sirve de lo que tenemos.»
Todos se levantaron y siguieron las instrucciones de su directora. Aún en una situación tan compleja, podían sentirse acogidos por el aire de tranquilidad que les daba el estar juntos.
[...]
Pasó una hora hasta que habían terminado de inspeccionar todo. Se acercaron a la mesa y empezaron a ordenar las cosas.
«Akane: Inspeccionamos las computadoras. el hardware está intacto, pero sin suministro de energía son inútiles.»
«Andy: Munín está en las mismas condiciones. Pude extraer el depósito de NX3.» - puso aquel cilindro rojizo sobre la mesa - «Tal vez nos pueda servir.»
«Sarah: Sin energía no podremos hacer mucho.» - dijo mientras se levantaba - «Dejemos todo aquí y salgamos para buscar ayuda.»
Sarah dio el primer paso hacia la puerta. Los demás dejaron ordenando todo y se apresuraron para alcanzar a la pequeña bruja rosa. Aunque no todos estuvieran igual de tranquilos, trataban de conservar la unión del grupo y refugiar sus temores entre ellos mismos.
«Isaac: Sólo quiero salir de aquí.» - pensó mientras veía de lejos la gran pieza de madera que los separaba de su objetivo.
Al acercarse, notaron que en las puertas estaban grabados los rostros de un hombre y una mujer, cada uno en un lado, y sus miradas se encontraban en la mitad.
«Sarah: Vaya vaya, esto es precioso.» - dijo mientras tocaba los dibujos - «Sus rostros son iguales.»
«Andy: No se ve ninguna perilla o palanca.» - dijo luego de observar detenidamente la estructura - «¿Cómo se supone que la abriremos?»
«Isaac: ¡Vamos a empujar!» - dijo bastante alterado - «Necesito salir.»
Todos se apoyaron contra el inmenso portón de madera y trataron de abrirla con todas sus fuerzas, pero fue en vano. No consiguieron moverla en lo más mínimo, por lo que desistieron de la idea luego de un par de intentos más.
«Isaac: ¡¿Qué diablos pasa?!» - su expresión de pánico sorprendió a los demás.
«Akane: ¡Oigan! Aquí hay algo.» - dijo mientras hacía señas con su mano para que se acercaran a ver - «Esto es...»
Una placa de piedra que estaba al lado izquierdo de la puerta tenía un curioso texto tallado en una hermosa caligrafía.
"Quien sólo siente su frío,
jamás conocerá el calor del fuego.
Si sólo piensa como uno,
quedará convertido en cero.
En la memoria vivirá su castigo,
sin importar hacia donde corra el tiempo.
Quien sólo mira la salida,
no conocerá el camino de regreso."
Luego de que Akane lo leyera, las puertas empezaron a abrirse lentamente, dejando entrar una cálida corriente de aire que acarició suavemente sus rostros.
«Isaac: ¡Al fin!» - gritó emocionado - «Yo salgo primero.»
«???: Huhu...»
Una tierna risa infantil hizo que todos se detuvieran de golpe.
«???: Deben acertar»
«???: Para poder pasar.»
Dos siluetas aparecieron de la nada. Un pequeño de cabello negro y una niña de cabello rubio, ambos vestidos con largas túnicas blancas se presentaron frente a ellos. Las voces de los dos niños se intercalaban al momento de hablar.
«???: Oscuro y eterno sendero,»
«???: adornan sin ser llamadas,»
«???: entre el fuego del día se pierden,»
«???: pero jamás estarán extraviadas.»
Atónitos ante la situación, ninguno de los chicos se explicaba lo que estaba sucediendo.
«Sarah: Debemos ser cuid-»
«Isaac: ¡No estoy para juegos, encárguense de eso ustedes!» - le dijo a sus compañeros - «¡Yo quiero salir y no voy a esperar más!»
Isaac hizo una seña de despedida con su mano mientras se disponía a dar el primer paso pero...
«???: Isaac...»
«???: Priddy...»
«Isaac: ¿Cómo es que conoc-»
«???: Tu respuesta es»
«???: Incorrecta.»
De repente Isaac ya no estaba frente a ellos, y un chasquido se escuchó por todo el gran salón.
«???: Parece que»
«???: Empezó a llover.»
Adam sintió en su rostro cómo empezaba a caer una gentil llovizna. Puso sus manos al frente para sentirla, pero de un momento para otro las gotas se hicieron más grandes y se sentían más pesadas.
«Adam: ...» - Un gran respiro reflejó su desconcierto al ver que sus manos y su ropa estaban cubiertos por un oscuro fluido rojo. - «Esto es sa...»
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un desesperado grito. Era Akane, quien con su temblorosa mano señalaba hacia arriba. Al subir la mirada, Adam se encontró con una imagen que estaba fuera de toda razón: El cuerpo de Isaac estrujado contra el techo.
«Adam: No...esto no está...Isaac....¡¡¡ISAAA-»
[...]
[...]
El sonido que emitían las viejas bisagras mientras la puerta se abría hizo que Adam volviera en sí.
«???: Huhu...»
Una tierna risa infantil lo sacudió hasta los huesos y el pánico recorrió cada parte de su ser. Adam volteó a ver a sus compañeros, que estaban en estado de shock. Sin embargo, su sorpresa fue mayor cuando vio a Isaac de nuevo a su lado, quien hasta hace unos instantes no era más que una masa de carne y hueso triturada contra la vieja madera del tejado.
«???: Deben acertar»
«???: Para poder pasar.»
Akane se lanzó a llorar desconsolada junto a Andy, invadidas por el miedo que les generaba ese momento, mientras que Sarah cayó de rodillas con una expresión de derrota y resignación. Las lágrimas de Isaac también empezaron a caer, y el recuerdo del instante previo hizo que su estómago se revolviera y empezara a vomitar.
«???: Oscuro y eterno sendero,»
«???: adornan sin ser llamadas,»
«???: entre el fuego del día se pierden,»
«Adam: ¿Es un déjà vu? no, lo que pasó fue real...entonces, ¿qué demonios es esto?» - dijo con un tono horrorizado, mientras dejaba salir una risa nerviosa ahogada por el miedo que lo empezaba a arrastrar a la locura.
«Noelle: ¡¡Adam!! ¿Qué les sucede?» - irrumpió angustiada - «No es momento de reírse. Algo le pasa a los demás.»
Aquella voz lo haló con fuerza y lo trajo de nuevo a la realidad. - «No puedo dejar que caigamos aquí.» - pensó, y con un esfuerzo sobrehumano logró calmarse y analizar la situación.
«Adam: Lo que dijeron los niños, lo que dijo Isaac, lo que hizo...» - A una velocidad extraordinaria despejó su prodigiosa mente, ordenando toda la información que tenía para poder salir con vida de este problema junto a sus amigos. - «Oscuro y eterno sendero, adornan sin ser llamadas...»
Dio un paso al frente dirigiéndose ante los desconocidos y aterradores niños. Sus piernas no dejaban de temblar, y su corazón latía tan fuerte que le hacía pensar que rompería sus costillas.
«Adam: Las estrellas» - dijo con una temerosa voz - «entre el fuego del día se pierden, pero jamás estarán extraviadas, son las estrellas...¡Son las estrellas!» - repitió con más fuerza, esperando con miedo el peor de los resultados.
«???: Adam...»
«???: Silver...»
«???: Tu respuesta es...»
...