XV. Bienvenidos a Iakos.
«Qué hace él aquí?» - preguntó Sarah.
Sin entender qué sucedía, solo pudieron observar cómo aquel viejo conocido dejaba en la mesa la bandeja en la que traía sus brazaletes perdidos. Luego de esto, se acercó a la mesa y tomó el lugar que, según lo dicho antes por Pólux, le pertenecía a su "buscador".
Kay saludó cordialmente a los señores de Gémini, quienes respondieron con amabilidad. Algunos de los miembros de la mesa lo recibieron como si fuera uno más de ellos.
«Hmm... hmm hmm... hm hm hmm...» - un arrítmico y extraño ruido captó la atención de todos, viendo cómo Isaac miraba al suelo mientras su risa empezaba a hacerse más audible.
«Akane: ¿Qué pasa?»
«Isaac: Nunca pensé alegrarme tanto por ver al viejo» - respondió entre risas mientras levantaba su cara, exhibiendo la sonrisa retorcida que se dibujaba en ella - «O sea, que esté aquí solo significa que todo lo ocurrido es parte de alguna broma. Tal vez seguimos en la corporación y esto no es más que un acto organizado para asustarnos».
Los demás chicos notaron que su expresión empezaba a distanciarse de la cordura, mientras él seguía riendo, apoyándose sobre la mesa para ponerse de pie. Su risa era lo único que se escuchaba en el gran comedor, pero esta se detuvo en un instante al igual que su impulso por levantarse.
Frente a él, los pequeños Wass y Sath abandonaron sus sillas antes de que Isaac pudiera hacerlo, en un movimiento perfectamente sincronizado que congeló el cuerpo del chico rubio. Esto lo llenó de miedo al recordar cuando, tanto él como sus amigos, se vieron cobijados por aquel gélido manto de muerte que sintieron la primera vez que se cruzaron con esos dos niños. Aquella sensación fue suficiente para dejarles claro que nada de lo sucedido durante los últimos días había sido algo que pudiese compararse con una "broma", como pensó Isaac. Él sabía que en su corazón estaban grabadas las consecuencias de ser "imprudente" frente a esa gente desconocida, así que decidió regresar lentamente a su lugar.
«Pólux: Ya que estamos todos, podemos seguir con la historia» - dijo con tono maternal - «La época del progreso humano conocida como la "Segunda Vida" llegó a su fin a mitad del año 3376, cuando se declaró el inicio de la gran guerra conocida como el Conflicto de Astrotesie. Este suceso tuvo un inicio lento en el que se presentaron algunas batallas tácticas con el fin de exhibir poderío y advertir a los enemigos. Así pasaron los días que daban la sensación de que esta contienda no duraría mucho, hasta que ocurrió algo que retumbó en todo el continente...»
Por un momento se quedó en silencio, y Adam notó cómo la expresión de Muliphein se opacaba.
«Pólux: Ocho meses después de la declaración inicial, la alianza de regiones que se hizo llamar "Acuerdo de Nyx" efectuó una serie de movimientos que le permitieron a los miembros de Sagitta y Scorpio, los líderes de dicha unión, emprender un feroz ataque a gran escala con el que lograron devastar toda la región de Sirio, acabando con todo lo que alguna vez fue uno de los territorios más prósperos y avanzados de Tigarden. Luego de esto, la guerra pasó a ser un cúmulo de violentas y sanguinarias batallas que dejaron miles de víctimas atrás.
Las cosas duraron así un par de meses más, hasta que, a finales del año 3377, se declaró el fin del conflicto. Con esto se dio inicio a la era de la "Luna de Plata", que se ha extendido por 200 años hasta el día de hoy.
Esta, queridos invitados, es una síntesis de la historia de nuestro mundo...»
El final daba la sensación de que el relato era inconcluso, y surgían más dudas para los cinco chicos, quienes se quedaron en silencio por un momento.
«Sarah: Pero... ¿esto que tiene que ver con nosotros?» - preguntó con tono sarcástico.
Un fuerte golpe sacudió la robusta mesa de madera.
«Taum: ¡¡No voy a tolerar tu irrespeto a nuestra señora!!»
El general se apoyó en la mesa para abalanzarse sobre Sarah y descargar su ira contra ella, pero su impulso fue frenado por dos bloques de hielo que cubrieron sus manos y antebrazos, adhiriéndolo al comedor.
Su furiosa mirada dejó de apuntarle a la chica de cintas rosa, para dirigirse ahora hacia Kay. Sus ojos se cruzaron por un par de segundos antes de que Taum dejara salir un profundo suspiro que mostraba su resignación, mientras el hielo empezaba a desvanecerse sin dejar rastro alguno.
«Kay: Mi señora, si me permite responderle a nuestra invitada...»
Los chicos notaron como aquel hombre se veía tan sumido a una autoridad, ya que el Kay Larssen que ellos conocían era el grandioso director del Departamento de Investigación y Desarrollo de Binary-S, además de ser lo más cercano a una "estrella" que existía en el mundo de la ciencia. Pero aquí, en este extraño lugar, podían ver como ese "ser superior" se inclinaba ante alguien más para poder hacer algo tan simple como hablar.
Pólux asintió con su cabeza, dándole vía libre para que pudiese contestarle a Sarah.
«Kay: Sobre la pregunta, doctora Spring, creo que puedo explicarlo, aunque es necesario mencionar algunas cosas antes» - replicó - «Sirio cayó gracias a que sus enemigos lograron engañar a su líder y atacarlo por sorpresa. Sin embargo, él sabía que, si los miembros del Acuerdo de Nyx deseaban obtener cierta ventaja sobre los demás, debían hacerse con su reliquia de kyklos conocida como La Mano. Era claro que si esta joya caía en manos de ellos, todo el continente sería devastado y moldeado al gusto de los artífices de aquella guerra. Fue así como, haciendo alarde a su reconocida naturaleza protectora, decidió dar su vida a cambio de lograr esconder dicho objeto en un lugar que nadie pudiera alcanzar. Una joya carmesí del tamaño de una pelota de ping-pong tenía la capacidad de inclinar la balanza a favor de nuestros enemigos, y por eso el señor Alphcam, líder de Sirio, había preparado un plan de emergencia para usarlo en caso de que él cayera.
En sus instantes finales, el señor Alphcam consumió todo el eos que sostenía su existencia para quebrar la reliquia y expulsar los fragmentos de este mundo. Su estrategia consistía en dejar a quienes lo atacaran en un punto muerto, pues era bien sabido que para poder superar el poder de Sirio, estos debían emplear demasiados recursos, lo que los dejaría en una mala posición si no lograban obtener el poder de La Mano.
Esta idea se había contemplado bajo el supuesto de que lograrían atacar al señor Alphcam, pues para ese momento era visto como algo casi imposible. Pero la guerra no debe afrontarse improvisando, y él lo sabía muy bien. Fue gracias a este pensamiento que pudimos sobrevivir a la traición de sus Guardianes y la posterior caída de aquella región.
Los fragmentos de la reliquia fueron enviados a un lugar fuera de nuestro entendimiento, ajeno a nuestro mundo, nuestra realidad... Era imposible que alguien más pudiese encontrarlos, pues con la muerte del Señor ya no quedaba pista alguna de su paradero.
Puede que hasta este momento pareciera que no sucedería nada más, pero Tigarden se rige por una serie de reglas naturales que condicionan toda existencia nacida en estas tierras. Una de ellas dicta que "todo objeto que derive de los astros no podrá hacer parte de otro mundo". Esto implica que todo elemento que abandone Tigarden y se instale en otro lugar en el que pueda perturbar la vida o realidad ahí creada, será arrastrado de manera forzosa a su lugar de origen. Sin embargo, las innumerables investigaciones que se habían hecho en aquella innovadora región concluyeron que era posible alargar el tiempo en que dicho objeto perdurara en un entorno ajeno, pero implicaba sacrificar una alta cantidad de energía natural.
Fue por esto que el señor Alphcam dio su vida. Al inmolar su eos, sacrificó su existencia a cambio de garantizar que la reliquia estuviera fuera de alcance durante al menos 200 años.
«Adam: 200 años... y dicen que la guerra fue hace 200 años, entonces...» - pensó.
«Kay: El señor Alphcam le dio a mis señores un rastro de su eos, para que así tuviéramos un medio para poder hallarlas. Lo que él pretendía era que nosotros nos hiciéramos cargo de proteger la reliquia durante este tiempo, ya que, aunque no enfrentaba los peligros de Tigarden, sí estaba sujeta a los riesgos que tuviera en el nuevo mundo, además de los que este elemento extraño pudiera causar en el mismo. Fue así como mis señores me encomendaron la tarea de ser el "buscador" y custodio de la joya.
Todo esto era necesario ya que el poder de La Mano es la adaptación total. Quien la posea y sea aceptado por ella obtenía una amplificación exponencial de su poder, además de recibir las habilidades propias de los últimos cuatro portadores. Desconocíamos los efectos que algo así podría tener sobre el mundo desconocido, y era nuestra responsabilidad impedir que los problemas de Tigarden alteraran el orden natural de otros lugares.
Acepté la orden que me dieron y emprendí un difícil proceso para poder ser transportado a este desconocido lugar. Al llegar ahí, me encontré con algo totalmente sorprendente.
Humanos, semejantes a nosotros, habitaban esas hermosas tierras rebosantes de recursos naturales. Para ese momento yo aún conservaba mi apariencia infantil, gracias a la bendición sagrada. Sin embargo, al estar en un lugar que carecía de energía astral, esta perdió efecto y el tiempo empezó a consumir mi cuerpo como el de cualquier otro mortal. Aunque esto era inesperado, lo que realmente me preocupó era ese detalle de no contar con la esencia de los astros, por lo que el eos no fluía ahí, haciendo imposible el uso de mis habilidades elementales, pero sobre todo, de no poder usar la esencia del señor Alphcam para poder rastrear los fragmentos de la joya.
Tampoco conocía el idioma ni las costumbres, así que fue difícil comunicarme. A ojos de cualquiera, era un simple niño de 10 años que pasaba toda clase de necesidades, hasta que fui acogido por una pareja de ancianos que me resguardó, además de brindarme todas las atenciones requeridas, como si fuese uno de sus hijos. Aunque todas mis capacidades físicas y elementales se habían visto restringidas, mi capacidad mental no se vio afectada, así que debía aprovechar esto al máximo.
Durante los 12 años que pasé con ellos, recibí la educación necesaria para entender mi entorno y lograr acoplarme a este. Fue así como nació Kay Larssen, el nuevo habitante del planeta llamado Tierra. Tras pasar ese tiempo, accedí a estudios superiores en química y física, con el fin de comprender el funcionamiento elemental de este mundo, y así buscar una forma de poder retomar mi búsqueda.
Tuvieron que pasar casi 15 años hasta que pude entender y obtener la información necesaria para avanzar. Con esto, logré crear una sustancia que emulaba el eos de Tigarden. Esto activó la esencia del señor Alphcam y logré obtener la ubicación de la reliquia. Uniendo este nuevo elemento a su eos, también pude concluir que el tiempo del mundo desconocido corre en una escala diferente al de nuestro hogar, lo que, en resumidas cuentas, significaba que un día en la Tierra equivale a cinco días en Tigarden. Esto implicaba que contaba con mucho menos tiempo del que creía.
Aún así, había logrado ordenar todas las piezas, y podría emprender el viaje para colectar los fragmentos y cumplir con mi misión. Debía enfrentar otros inconvenientes como el poder desplazarme a todos los lugares, pues la inmensidad de ese mundo dificultaba mucho las cosas. Sin embargo, la maravillosa humanidad de la Tierra rinde culto de forma impresionante al dinero, y al tener la suficiente cantidad de este material, podría atravesar las grandes distancias en muy poco tiempo, accediendo a los avanzados sistemas de transporte.
Publiqué un artículo describiendo las características del compuesto que había creado para imitar el eos. No pasó mucho antes de que tuviera un sinnúmero de empresas e instituciones ofreciendo su capital para financiar eso que ellos llamaban "una revolucionaria investigación". El compuesto, al cual llamé NX, resultó ser una luz en ese oscuro túnel en que la humanidad se encontraba a causa de su excesivo consumo energético. De esta manera ingresé a una empresa naciente llamada Binary-S, pues me dio todo lo que necesitaba para cumplir con mi verdadera misión.
Sabía que el encargo de custodiar la reliquia era un viaje sin regreso, por lo que había dejado de contemplar la idea de poder volver a Tigarden, mi hogar. Mi mente se había enfocado únicamente en cumplir con el encargo de mis señores, pero en esos años que llevaba habitando este lugar, había construido una nueva vida, y no quería privarme de la oportunidad de disfrutarla.
Con eso en mente, tracé mi primer viaje con destino al noreste del continente europeo, donde el rastro de eos señalaba uno de los fragmentos. En una pequeña ciudad de los países bálticos encontré la primera pieza, aunque no precisamente de la forma en la que imaginaba. En el lugar indicado se ubicaba una casa habitada por una familia común, compuesta por un niño, una niña y sus padres.
Al inicio pensaba que tal vez el NX no tenía suficiente capacidad para funcionar correctamente, o que las condiciones naturales de la Tierra habían afectado el eos del señor Alphcam, por lo que me instalé en un hotel de la ciudad y suspendí la observación por unos días para revisar cualquier defecto que pudiera encontrar en el compuesto.
No se veía ninguna falla, y no sabía qué más podía hacer. Pasé mucho tiempo pensando en eso hasta que recordé las leyes naturales que rigen Tigarden, las cuales había olvidado a causa de mi vida en la Tierra. Una de estas reglas instaurada por los astros para regir nuestro mundo indica que "todo sacrificio dará origen a un elemento o efecto de igual valor". Si partía de esto, debía tener en cuenta que lo que hizo que los fragmentos de La Mano terminaran en la tierra había sido el sacrificio del señor Alphcam, lo que le daba un poco más de sentido a lo que sucedía. Con esto presente, volví a mis labores de observación de aquella familia, hasta que entendí lo que en realidad había ocurrido.
El poder de la reliquia de Sirio implicaba que esta se pudiera adaptar a su usuario, pero cuando no había un sujeto al cual adaptarse, simplemente absorbía las características de su entorno y se acoplaba a este.
Decidí abandonar esa ciudad y dirigirme a los siguientes puntos marcados por el rastro de eos. Asia, Norteamérica, Europa... Las locaciones señaladas por la unión del NX y el eos me llevaron a encontrarme con el mismo panorama: lugares donde había un niño que aparentaba albergar el poder de la joya.
Cuando los pude identificar, pedí que investigara todo sobre ellos. En los cinco coincidía algo: no se sabía nada de sus padres o cualquier otro familiar. Eran seres sin pasado, sin un árbol genealógico que avalara su origen. Habían sido rescatados y criados en diferentes entornos, pero ninguno era de su propia sangre.
Retomé entonces la misión de vigilancia durante casi 10 años. Para esa época mi cuerpo aparentaba mucha más edad de la que debía mostrar. Esto se dio como consecuencia de sufrir los efectos naturales de un entorno al que mi existencia le era ajena. Durante ese tiempo, Binary-S alcanzó el estatus de la corporación más importante del mundo, y con su crecimiento también se hizo famoso el nombre de Kay Larssen, como la mente detrás del progreso de esta organización. La empresa instaló sus laboratorios principales en Kanna, lo que implicó radicarme ahí. Llevaba una vida increíble, y de no ser por los chicos que cuidaba, habría podido dejar atrás todo lo que era en Tigarden. Pero esto no sería posible de ninguna forma, ya que mi lealtad hacia mis señores era y es inamovible. Sin embargo, esos años vividos tallaron en mí pensamientos conscientes sobre lo que era la humanidad de ese lugar, y así como yo me veía cubierto de la evolución que sobre mi forjaban estas nuevas experiencias, sabía que los pequeños niños que habían nacido de la materialización de los fragmentos de La Mano eran totalmente ajenos a mi mundo original. Ellos crecieron y se formaron como seres humanos de la Tierra, tan normales como cualquier otro. Por eso, quise intentar protegerlos y garantizar la mejor calidad de vida que pudiera, para darles la chance de vivir plenamente mientras llegaba el tiempo de su regreso forzoso a Tigarden, donde deberían enfrentar la realidad de sus existencias.
Para ese entonces, los fragmentos ya eran adolescentes de entre 15 y 16 años, y no les quedaban más de 10 en la Tierra. Yo había logrado acumular una cantidad absurda de dinero que cada día crecía más de la mano de Binary-S, por lo que usé este recurso para acercarlos a mí y ofrecerles todo lo que estuviera a mi alcance.
Los cinco jóvenes destacaban por tener un alto coeficiente intelectual. Fueron siempre los más inteligentes de su clase, supongo que en parte fue gracias al poder que la joya emanaba de su interior. Usé esto para crear becas educativas y atraerlos a Kanna, para que ingresaran a estudiar a la 1ra. Preparatoria Goethia, adscrita a la Universidad Solomon III. Estas casas de estudio se habían convertido en centros de élite reconocidos a nivel mundial y deseados por los aficionados a la ciencia. Sin embargo, el proceso para tener a los cinco no fue nada fácil, pues ellos tenían vidas desarrolladas en los lugares donde habían sido acogidos, y algunos no iban a abandonar esto de golpe.
La pequeña niña de Asia llegó para cursar el tramo final la preparatoria. Dos de los chicos que estaban en Europa sí accedieron a ser becados desde el inicio de la misma, mientras que la chica de Norteamérica y el chico restante de Europa llegaron para iniciar la universidad».
Un relato que no especificaba con precisión la identidad de sus protagonistas golpeaba el corazón de los cinco chicos, quienes se veían cada vez más descompuestos emocionalmente. Las lágrimas adornaban la confusión de sus rostros, mientras escuchaban la respuesta a una incógnita que los había acompañado desde que tenían uso de razón. Durante el tiempo que habían pasado juntos, tuvieron la oportunidad de dialogar sobre sus vidas, y de esa forma se dieron cuenta que en su pasado coincidía la ausencia de su verdadero origen. Fue algo a lo que en su momento no le dieron mayor importancia, pero ahora aparecía una inesperada versión de esto. Puede que la historia que estaban escuchando no sonara tan realista, pero para ese momento, eso que ellos definían como "realidad" había sido totalmente transformado por lo que habían vivido desde que llegaron a ese lugar.
«Kay: Tener a los cinco fragmentos... no, a los cinco niños me permitió cumplir la misión que como "buscador de Gémini" había recibido, pero Kay Larssen no estaba dispuesto a dejar todo ahí. Luego de pasar tanto tiempo viviendo de esa forma, sabía que no eran simples trozos de una joya, sino que eran seres humanos con una vida propia, con sueños, anhelos y deseos para su futuro, un futuro que estaba condicionado a cumplir con un designio que ellos desconocían.
Por esto decidí que buscaría la forma de darles una oportunidad de alcanzar esas metas. Lo primero que intenté hacer fue crear una copia de sus existencias, utilizando el principio que cumplen los oráculos de cada región de Iakos, los cuales, a fin de cuentas, son un pequeño clon de la magnificencia de los primeros astros. A partir de esta idea se creó un servidor para almacenar sus conciencias en forma de datos, pero la ausencia de eos en la tierra y lo inconcluso del mecanismo creado, sumado al bajo poder que tenía el NX, impidió obtener una copia total, y en su lugar sólo se generaron duplicados de la esencia del núcleo de sus vidas en la tierra, algo que muchos llamaban "alma". Continué con la investigación, y luego de algunos años se creó un dispositivo capaz de obtener una copia total del alma. Sin embargo, enfrentaba un problema tecnológico que se daba por la inmensa cantidad de datos que se generaban al crear estas copias. El servidor inicial se saturó sin siquiera completar la primera prueba, y me vi obligado a reducir la cantidad de información copiada, haciendo que esta solo fuera un rastro bastante pobre de lo que es la conciencia humana. Había regresado al mismo punto, y no encontraba un camino que me llevara a una salida exitosa. Aun así, utilicé estos resultados para crear un prototipo de asistente electrónica basada en la esencia del usuario, lo que en un futuro serían conocidas como Inteligencia Artificial de Asistencia Cotidiana - IAAC.
Fue entonces cuando apareció el artículo científico publicado por la Universidad Solomon III de Kanna, donde la joven llamada Andy Swan informaba el resultado de su investigación para crear un servidor de almacenamiento casi infinito. Este gran dispositivo enfrentaba dos inconvenientes: la energía requerida y la temperatura a la que se elevaban sus componentes para funcionar. Había llegado a estas conclusiones luego de usar el NX como fuente de poder, pero ese no logró ser suficiente. Para ese momento yo había avanzado en la investigación para mejorar el compuesto y lograr asemejarlo aún más al eos natural de Tigarden, lo que me llevó a obtener una versión mejorada a la que llamé NX3, y cuya existencia mantuve en secreto.
Aproveché el momento que vivía Andy como investigadora y la recluté para Binary-S. Desde el primer día que llegó, nos encargamos de crear este dispositivo que ella había intentado completar, y el cual logramos desarrollar totalmente en poco menos de un año. Andy lo llamó "Munín", como uno de los cuervos que sirven a Odín. Según la mitología nórdica, una especie de creencia que los humanos del norte veneraban, Hugin y Munín son dos cuervos que viajaban alrededor del mundo consiguiendo información para Odín. Hugin era distinguido como el "pensamiento", mientras que Munín era "la memoria". Sobra precisar entonces el porqué de su elección» - dijo mientras le sonreía a Andy - «El problema de la energía fue suplido por la alta capacidad que tenía este nuevo NX3, y el de la temperatura también tuvo solución con el mismo compuesto. Al ser más cercano al eos de Tigarden, fue posible imbuirle la característica natural de mi poder: el hielo. En la Tierra era imposible para mi usar mi línea elemental, pero el NX3 creaba un microentorno semejante al de mi hogar, por lo que fue posible lograr eso. Así, el compuesto servía como fuente de poder y refrigerante a la vez.
Con todo esto ordenado, intenté copiar el alma de los cinco chicos nacidos de La Mano, quienes para ese momento ya habían sido reclutados Binary-S, pero existía un sinnúmero de limitantes naturales que ese universo me presentaba, lo que hizo que al final fracasara en mi misión. Sin embargo, obtuve la base para poder crear cinco IAAC especiales nacidas de su esencia, las cuales serían modificadas para que les sirvieran como mecanismo de adaptación al idioma, temporalidad y demás datos generales que les fueran de ayuda al estar en Tigarden.
El prototipo de IAAC inicial, que funcionaba como simple asistente y almacén de recuerdos se convirtió en un elemento revolucionario de uso masivo, lo que impulsó aún más el crecimiento de Binary-S como empresa, y me dio la libertad de disponer de recursos económicos casi ilimitados, para así controlar totalmente mi tiempo y dedicarme a desarrollar una nueva idea, con la que esperaba lograr la meta de darles a los chicos una oportunidad de alcanzar su futuro en la Tierra.
Así nació el Proyecto Eternal, creado para transformar los datos biológicos de la memoria humana en un cúmulo de información digital que permitiera ser almacenada y adaptada para luego reinstalarla en un nuevo dispositivo. Esto significó para los humanos de la Tierra una idea ambiciosa que los acercaba a su deseo de lograr la inmortalidad de sus conciencias, aun cuando sus cuerpos perecieran frente al paso del tiempo. Esa fue la justificación que le di a la directiva para poder ordenar todo como lo necesitaba, porque la realidad de este proyecto era aprovechar la última oportunidad que tenía para crear algo que salvara sus vidas como humanos, ya que el momento de regresar a Tigarden estaba cada vez más cerca.
La consolidación del proceso ya la conocen, pues fueron ustedes los artífices de todo el avance que permitió concluir la fabricación e instalación de todo lo necesario para llevar a cabo el ensayo final. No había otra chance, pues el mismo día que se probaría todo era el mismo momento en que el efecto del sacrificio del señor Alphcam llegaría a su fin.
Lo que tenía planeado para ese instante era usar a la IAAC de Sarah para "corromper" el proceso, sobrecargando las rutas de datos con el NX3, para que estas se vieran forzadas a enlazarse con lo primero que encontraran compatibilidad y así evitar la pérdida de información biológica. Eso produciría un estallido de energía condensada que forzaría el espacio entre la Tierra y Tigarden, creando una brecha espaciotemporal momentánea entre los dos mundos. Esto haría que los fragmentos de la reliquia se ubicaran en ambas realidades al mismo tiempo, creando un fenómeno de "bilocación".
Para ese instante, la condición de retorno forzado de los trozos de La Mano de Sirio se había cumplido, pero a la vez esa misma reliquia contradecía las leyes naturales de mi mundo, pues estos objetos nacidos de los astros seguían existiendo en un mundo ajeno. A esto se sumaría que el NX3 entraría en conflicto, pues era una sustancia creada en la Tierra, pero emulaba un componente originario de Tigarden. El entorno de este último lugar lo detectaría inicialmente como energía familiar e intentaría arrastrarlo junto a los fragmentos de la reliquia, a la par que sería expulsado por ser ajeno a dicho mundo.
Sería este el modo de lograr que el cuerpo físico existente en la brecha fuese atraído y expulsado de ambos planetas al mismo tiempo. Una feroz batalla a nivel molecular se desataría en ese instante, y aunque esta no durase más de unos cuantos segundos antes de que el puente entre los mundos se cerrara. ¡ESE sería el momento crucial! - recalcó emocionado».
Todos los presentes en la mesa lo miraban con extrañeza. No solo los cinco chicos, quienes ya estaban bastante afectados, sino que también lo hacían los señores de Gémini y el resto de subordinados, que parecían desconocer esa faceta del buscador.
«Kay: Había apostado todo a esa oportunidad, esperando que los astros bendijeran mi decisión. Cuando el puente entre los dos mundos empezara a colapsar, la fricción llegaría al punto crítico. Esto causaría que La Mano recurriera a su poder, aprovechando la fuente de eos que tenía, y creara un duplicado del cuerpo en el cual pudiera dejar albergado el NX3 y todo lo relacionado a la tierra, para así romper esa tensión. Sin embargo, la reliquia no logró aislar totalmente el exceso de NX3, así que lo adaptó y lo encerró en sí misma, aprovechando que dicho compuesto era semejante al eos natural.
De este modo, el cuerpo creado se quedaría en la Tierra, mientras que el cuerpo original terminaría en Tigarden.
Lo más emocionante de todo esto radica en que, en sus inicios fuera de nuestro mundo, La Mano se adaptó a la Tierra y se materializó en forma de ser humano. Podría decirse que el núcleo físico de sus existencias como personas es el fragmento de la reliquia que le dio origen a cada uno de ustedes, pero eso no es lo único que conforma sus existencias... La Tierra tiene sus propias leyes naturales, y todo ser humano que nace ahí adquiere un núcleo vital intangible, que es lo que ustedes llaman "alma". Por tal razón, sus cuerpos albergan esa dualidad que los hace parte y a la vez los excluye de ambos mundos.
Lo que esperaba conseguir con toda esta prueba era forzar aún más los efectos de esa dualidad, haciendo que la reliquia se viera forzada a duplicar su adaptación, creando un recipiente que fuese aceptado por la Tierra en su totalidad, y en él depositaría todos los objetos y compuestos de origen terrícola. Si todo quedara hasta aquí, no hubiese sido posible cumplir con mi objetivo final. Fue por eso que se usó un exceso de NX3, pues este elemento estaba realmente diseñado para suplantar la esencia de la humanidad, es decir, el alma. Como la reliquia había adquirido una nueva forma física, al regresar a Tigarden debía conservar estas características, o sino moriría junto a los cuerpos que formó, pero debía expulsar todo el NX3 pues este era un compuesto creado en la Tierra y no sería aceptado en nuestro mundo, pero de alguna forma debía arrastrar esa esencia humana, sus almas, pues eran vitales para el correcto funcionamiento de los cuerpos que se habían creado a partir de los fragmentos.
Logrado lo anterior, el cuerpo original logró quedarse en Tigarden, y dejó atrás un nuevo cuerpo imbuido de NX3. Fue así como ustedes llegaron a este planeta, y los cuerpos que tienen ahora son los mismos que tenían antes, con la diferencia de que ahora tienen su núcleo humano cubierto por el poder de La Mano, lo que permite que puedan adaptarse plenamente al eos natural y a las demás condiciones de nuestro entorno.
Aquí entra de nuevo algo que se dijo antes, y es que el NX3 tenía la capacidad de simular tanto el eos como el alma. Gracias a esto, los restos de sustancia que no fueron expulsados y resguardados en el nuevo cuerpo se aferraron a su esencia de la Tierra, por lo que fue encapsulada junto a ella y traída a Tigarden protegida por el poder de la reliquia, vulnerando temporalmente la ley natural que impide la su estadía en este lugar.
Y digo temporalmente porque los fragmentos de La Mano aún existen de esa forma porque albergan la misión final que tenía el señor Alphcam, que era derrotar a los miembros del Acuerdo de Nyx. Su deseo era proteger la estabilidad y orden del continente, y en caso de que él pereciera, quería dejarle su poder a quienes comparten su ideal. Por eso confió en mis señores y les dio las herramientas para acceder a su reliquia, pues al cumplir con su anhelo final, ésta desaparecería junto a cualquier rastro de su existencia, lo que implica que sus cuerpos se desvanecerían. En ese momento, sus almas que estaban escondidos en ellos quedarán expuestos, por lo que Tigarden los expulsará haciendo que regresen de manera forzada a la Tierra, donde quedarían a la deriva como simples cúmulos de energía que con el tiempo se disiparían.
Sin embargo, el NX3 tiene capacidad de funcionar como puente de datos biológicos, y al ser encapsulados por la joya y aferrarse al alma, crearon un enlace al cuerpo que quedó en la Tierra, pues este está imbuido en la misma sustancia, creando un camino para que cuando el alma sea expulsada, pueda regresar a dicho recipiente, dándoles a ustedes esa nueva chance de seguir viviendo. Verlos aquí luego de algunos días es la muestra de que la prueba resultó como se esperaba.
Y por si se preguntan cómo es que sus IAAC están aquí, es porque estas son un fragmento de lo que son ustedes, una entidad creada a partir de la dualidad de alma y eos que hay en sus cuerpos, lo que hace que sean una "extensión" de ustedes mismos. Actualmente están en estado de hibernación, pues era la única forma de que no resultaran afectadas mientras lograba extraer todo el NX3 que contenían, para que así no corrieran el riesgo de ser detectadas como un objeto de otra realidad, y fuesen expulsadas de nuestro mundo».
Kay se levantó y se acercó a cada uno para regresarles sus brazaletes. Un destello de alegría iluminó por un instante sus rostros, cuyas expresiones reflejaban cuan sumidos estaban en la confusión.
«Inca: Wow, wow, wow... es un señor muy inteligente» - susurró con picardía.
«Taum: ¡Silencio, Inca! No irrespetes a una de las autoridades principales de la región» - le dijo con molestia - «Tú ni siquiera nacías para cuando el "niño de hielo" batallaba junto a los señores para forjar la región que hoy te acoge».
«Kay: ¡Jajajaja! Tranquilo, joven Taum. Llevo ausente mucho tiempo. Es normal que las nuevas generaciones no me tengan presente. Además... el joven Muliphein tuvo que reemplazarme durante estos 200 años. Era la única forma de mantener en secreto mi viaje fuera de este mundo, y también de ocultar que él había sobrevivido al ataque que sufrió la región de Sirio. Solo unos pocos sabíamos de esto, así que no hay razón para cuestionarla a ella, siendo una niña que desconoce mucho».
«Inca: Entonces... ¿Quién se supone que es?»
«Taum: Este hombre es Alzir Repsil, el cazador de Gémini.
«Inca: ¿Eh? Pero si Alzir era el anciano que solía darme galletas... Aunque no lo veo aquí».
«Taum: El Alzir que conoces es en realidad Muliphein Merc, uno de los antiguos Guardianes de Sirio» - contestó antes de señalar al hombre de ojos amatista que saludaba con su mano derecha.
«Inca: ¡Ohhhh! Esto... no entiendo, jefe».
La conversación abandonó su línea inicial, y ahora se había vuelto la introducción a una grata charla de historia. Los chicos solo observaban lo ajeno que ese momento se había hecho a ellos, luego de recibir de parte de Kay un cúmulo de información que aún no lograban procesar del todo. En sus vidas, aquel hombre era el director del laboratorio, el jefe en sus trabajos y el científico a quien admiraban, por lo que no terminaban de entender su posición en ese lugar. Aun así, su principal preocupación no era esta, pues lo que todos consideraban más importante por resolver era lo referente a la supuesta chance que tenían de regresar a su mundo, y el miedo que les causaba lo que debían hacer para conseguirlo.
«Adam: Entonces, ¿significa que hay una forma de volver a casa?» - irrumpió la conversación con un tono de voz sereno, que contrastaba con su descompuesta expresión.
«Kay: Así es, doctor Silver, ¡el Proyecto Eternal fue un éxito!» - le respondió sonriendo.
«Adam: Y para lograr volver... para poder... debemos cumplir esa "misión"...»
«Kay: Correcto. El regreso de La Mano estaba anunciado para la segunda luna de plata del año 3577. Todo el continente estaba a la expectativa de lo que esto pudiera causar, y es bien sabido que los miembros del Acuerdo de Nyx han estado moviendo sus hilos, al igual que nosotros. Nuevamente los vientos de guerra soplan sobre Iakos, y su misión será ayudar a terminar definitivamente con eso».
La suave risa del chico empezó a escucharse en el comedor. Poco a poco incrementaba su volumen, hasta convertirse en una histriónica carcajada, antes de que se levantara de su asiento.
«Adam: ¡¡Son bastante tontos, ¿no creen? Sobre todo tú, anciano idiota que ahora no sé ni cómo se llama en realidad!!» - gritó señalando a Kay - «¡¡Cómo esperan que enfrentemos esto, si desde que llegamos aquí no hemos hecho más que ver cómo todos podrían matarnos sin que nos demos cuenta!! Lo único que tenemos es miedo, y no hay ninguna forma en que podamos pelear contra algo así... ¡¡NOSOTROS NO POD-»
Sus gritos se detuvieron de repente, mientras el eco de un golpe seco resonaba en el amplio salón. Su mirada ahora apuntaba a la nada, y no sabía bien qué acababa de suceder. Al regresar la vista al frente, se encontró con el conocido rostro de aquella chica de cabello castaño adornado con unas distintivas cintas rosa. Sus ojos color miel lo miraban con furia, al tiempo que caían de ellos algunas lágrimas.
«Sarah: ¡¿Es que ya te vas a rendir?!» - reclamó antes de golpearlo una vez más - «No ayuda en nada actuar así. Mira a los demás... ¡MÍRAME A MÍ! No hay nada más que temor en nosotros, no hay nada más que miedo en mí, pero no por eso voy a dejarme caer, ni mucho menos hacer que mi equipo caiga. No entiendo bien lo que pasa, no sé de que va esa tal guerra, ni logro comprender por qué nos pasa todo esto, pero sí hay algo que tengo muy claro, y es que si hay al menos una esperanza de que podamos regresar a casa, no la voy a dejar perder, y si debo luchar sola, ¡voy a luchar sola! Pero no voy a dejar que terminemos así, no voy a dejar que se rindan sin siquiera intentarlo...»
Sus palabras intimidaban como el rugido de una leona. El ímpetu y la fuerza con la que Sarah enfrentaba la situación había dejado perplejo a Adam, quien solo veía como ella, estando casi asfixiada por el miedo, había elegido levantarse y pelear. Esto hizo que la actitud del joven de ojos carmesí cambiara de inmediato, y sintió en su pecho una extraña calidez que lo hacía sentir protegido.
Regresó a su asiento y bebió un poco del té que Inca había servido antes. Las personas de Gémini presentes observaban en calma, dejando que el silencio se adueñara del espacio por un momento.
«Pólux: Todavía quedan muchos asuntos sin resolver, pero por el momento lo mejor es que se retiren a descansar. Sus cuerpos aún deben acoplarse, y sobresforzarlos no sería bueno para su salud» - mencionó con amabilidad - «Be, acompáñalos a la habitación designada».
Aunque su voz era suave, las palabras de la gran señora expelían una fuerte autoridad, lo que causó en los chicos un escalofrío que recorrió sus espaldas. Había mucho por cuestionar, pero sabían que en ese momento no tenían más opción que acogerse a las órdenes que ella había dictado. Be se levantó y avanzó hasta la salida del comedor. Isaac y Andy ayudaron a levantarse a Akane, mientras Sarah halaba del brazo al conmocionado Adam, que se había quedado inmóvil en su silla.
Avanzaron por el largo pasillo hasta llegar a una habitación ubicada al fondo del mismo nivel. Era inmensa, y estaba dividida en dos salas, totalmente adaptadas para ellos. La parte de la izquierda contaba con cinco camas ubicadas formando un amplio círculo, y junto a ellas había un armario y una pequeña mesa de noche con una extraña lámpara. La división derecha de la habitación tenía una gran mesa con algunas cosas que parecían ser frutas. Tras esto se alcanzaban a ver dos entradas, tras las cuales se ubicaban los baños, que tenían unas grandes bañeras que se asemejaban a un estanque adornado con flores.
Sin decir nada, los chicos avanzaron y cada uno se ubicó en una de las camas. Be les indicó cómo manejar las lámparas y los demás utensilios que se encontraban ahí, antes de salir de la habitación para regresar al salón del gran comedor. El silencio que le siguió parecía anunciar el final de otro mal día, que les había dejado una historia que pretendía darles las respuestas que necesitaban, pero que en realidad solo había creado más dudas y miedos. Tal vez "dudas" no era la palabra indicada para definir su profunda confusión, pues la consternación y el choque emocional que esa conversación había causado en los cinco jóvenes solo hacía que se sintieran estancados en un punto muerto.
Los chicos se acostaron y se quedaron en silencio, cobijados por la oscuridad del lugar.
Pasaron un tiempo de ese modo, y según la percepción que tenían, ya estaban cursando las primeras horas de un nuevo día. No había forma de saberlo, ya que sus únicos indicadores de tiempo eran sus asistentes, que continuaban dormidos al interior de sus brazaletes. Además, el salón no tenía ventanas o cualquier otra forma de ver al exterior, y a las afueras tampoco se escuchaba ruido alguno.
Adam había pasado todo ese tiempo mirando a su IAAC, esperando a que de la nada apareciera Noelle y le dijera lo que debía hacer. Las palabras de Sarah aún hacían eco en su mente, y no sentía otra cosa que no fuera vergüenza. Se apenaba de mostrarse tan débil y exponer tanta cobardía, pero sobre todo, lo que le pesaba era que se había dejado consumir por esas emociones, en lugar de armarse de valor y ayudar a sus compañeros, tal y como se lo había dicho en varias ocasiones.
«???: ¿Alguien está despierto?»
Sus pensamientos se dispersaron por una suave voz que irrumpió la tensa quietud de la gran habitación. Una pequeña luz alumbró a su espalda, la cual se hizo cada vez más intensa a medida que los demás empezaban a encender sus lámparas. Él decidió quedarse en silencio, ignorando que los demás habían respondido a ese llamado.
«???: ¿Silver?»
«???: ¿Está dormido?»
«???: Parece que fue el único que pudo hacerlo. Ojalá pudiera ser tan despreocupada como él».
Mientras sus amigos discutían, Adam decidió sentarse lentamente sobre su cama. Todos lo vieron y se quedaron en silencio, a la espera de que dijera algo, pero él solo agachó la mirada, tratando de ocultar la vergüenza que sentía.
«Adam: L-lo... lo siento».
Esperó un momento pero nadie contestó. Levantó su cabeza para ver qué pasaba, y se encontró con las sonrisas fraternales de sus compañeros. Sin decir nada, los chicos habían entendido lo que le sucedió a Adam, y no juzgaban de ningún modo la conducta que él había tomado antes, cuando le reclamó a todos por lo que acababa de escuchar. Por eso, y sin mediar palabra alguna, le mostraron que no había nada de qué apenarse y que en ellos solo iba a encontrar el apoyo que necesitaba, aun cuando él sentía que no había podido hacer lo mismo por ellos. Luego de esto, sonrió de regreso hacia sus amigos.
«Andy: ¡Bien! Ahora que todo está en orden, creo que es momento de hablar».
«Sarah: Así que...»
«Andy: ¿De verdad esperan que hagamos algo contra los monstruos de este mundo?»
«Sarah: Debe haber algún modo de lograrlo. Tiene que haberlo...»
«Akane: Es cierto. La señora Be me dijo que nuestros cuerpos apenas estaban adaptándose a la energía natural de este planeta, y por eso habíamos colapsado durante lo ocurrido hace unos días en el comedor».
«Adam: Hmmm... Kay también mencionó algo sobre eso» - dijo pensativo - «Esa fuente de poder llamada eos».
«Akane: Sí, y según Be, tardaremos poco más de un mes en lograr acoplarnos a eso, y mientras eso ocurre, estaremos bastante débiles. Cuando superemos ese tiempo, estaremos en condición de prepararnos y conocer de qué forma vamos a poder cumplir con la misión requerida para poder volver a casa. Las personas de este lugar nos ayudarán, así que por el momento solo queda esperar».
La charla fue cortada por un fuerte ruido. Al mirar de dónde provenía, se encontraron con la mirada temerosa y colérica de Isaac, quien había golpeado su mesa de noche para interrumpirlos.
«Isaac: ¿Cómo pueden estar tan tranquilos?» - susurró mientras empezaba a rascar la palma de su mano izquierda con el índice de la derecha, causándose una herida que poco a poco se hacía más profunda - «Tú, Adam, hace un rato gritabas desesperado y ahora, ¿ahora estas resignado a esperar? Los escucho hablar como si estuviéramos en unas vacaciones... ¿No escucharon bien lo que dijeron antes? Y resulta, además, que salimos de los pedazos de una piedra. ¿Qué se supone que somos?»
Sus quejas continuaron sin parar, mientras los demás solo escuchaban y miraban en silencio. Aquellas palabras se sentían como el ruido de una avalancha que arrasa con todo a su paso, hasta que Akane se levantó y se acercó a él rápidamente.
«Akane: Oye, Isaac» - dijo con suavidad mientras sujetaba las manos de su compañero - «No es necesario que te lastimes, ni que intentes lastimar a los demás con lo que dices. Míranos bien, estamos llenos de miedo y dudas, al igual que tú, pero sabemos que aún hay algo por hacer.
¿Sabes? Siempre quise saber de dónde venía, porque desde niña tuve claro que no tenía una familia como los demás. Vivía en un pequeño orfanato religioso en Asia, y no había rastro de mi origen cuando la directora me encontró en un bosque. Ella solía decir que yo era un "milagro", pues no sabía cómo explicar que una recién nacida sobreviviera a la intemperie durante el invierno. Ella me cuidó como si fuera su hija, y yo solía llamarla "Ma". Pero un día Ma murió, y sin ella yo no tenía nada. Esa fue la primera vez que me pregunté: ¿Qué era yo? Ni siquiera dije "quién", pues creía que alguien sin raíces, sin un pasado, no era una persona.
Sin embargo, dejé de pensar en eso y mi mente se forzó a refugiarse en los estudios. Destacar me hacía sentir que tenía un propósito, pues Ma siempre me dijo que estudiar me daría las herramientas para convertirme en lo que quisiera ser, y lo único que quería en ese momento era ser "alguien". Cuando crecí, fui reclutada por Binary-S como investigadora. Pasé un tiempo ahí sin que pudiera sentir cambio alguno, pero un día el doctor Larssen me puso a cargo de una investigadora recién llegada. La odiaba al inicio por alterar mis espacios y tiempos de estudio, pero poco a poco se acercó y me dio algo nuevo: una amistad. Conocer a Sarah cambió todo en mí, y gracias a ella me pude preguntar "¿quién quiero ser?".
Con esta nueva mentalidad afronté los retos que llegaron, y gracias a eso encontré un lugar que me hizo sentir como una persona» - dijo sonriendo mientras afloraban algunas lágrimas de sus ojos - «Cuando conformaron el equipo del proyecto Eternal y pude estar con todos, sentí que tenía un lugar en el mundo. Ahora estamos metidos en algo que no tiene ningún sentido, y todo suena como una de esas típicas historias de fantasía. A eso se suma que nos ubicaron en medio de una guerra totalmente ajena a nosotros. Tal vez nos hayan dado la respuesta concreta a esa pregunta que durante mucho tiempo me hice, pero hoy ya no pienso en "qué" o "quién" soy, sino en lo que quiero ser junto a ustedes. No sé qué es lo que viene, pero sé que lo que debo hacer es respaldar las palabras de Sarah, y pelear si esto es lo único que podemos hacer para poder regresar, y si tú, luego de escuchar lo que dijo Kay te preguntas "¿Qué somos?", te diré que somos eso que construimos para llegar a estar juntos».
Isaac la miró en silencio, y luego se fijó en los demás, quienes lo veían con una sonrisa en sus rostros. De inmediato agachó su cabeza, intentando ocultar sus ojos llorosos. Tras un momento, se levantó para mirarlos de nuevo, dándoles una gran sonrisa de regreso.
«Andy: Siempre tan imprudente» - bromeó - «Ojalá no nos traigas tantos problemas como lo hacías en el laboratorio».
«Isaac: ¿Eh? ¿Pero no recuerdas quién olvidó presentar el informe del primer test del Eternal a Kay y casi nos deja sin trabajo?»
Entre risas, todos empezaron a recordar divertidos momentos que habían pasado juntos. Akane sacó todo lo que su corazón guardaba, y esto le dio a los demás un alegre impulso para superar el mal momento. Sentían que todo eso los unía más allá de ser un simple grupo de trabajo, y era por esos recuerdos y esas emociones que habían decidido pelear, para así poder regresar a su mundo y seguir construyendo su futuro.
Aún desconocían realmente a qué se enfrentarían, e ignoraban los horrores que conocerían en su lucha por regresar. Sus anfitriones les habían dado la bienvenida a este nuevo mundo, Tigarden, y sería Iakos el escenario en el que escribirían un nuevo capítulo de sus vidas.
...
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